La pasión implica intensidad, no es un simple gusto hacia un
objeto, actividad, idea o persona. Apasionarse es un fuerte deseo que nos hace
dar lo mejor de nosotros, no importa madrugar ni quedarse despierto hasta muy
tarde. Es una emoción fundamental a la hora de hacer las cosas bien, pero,
¿será que si no vivimos con pasión no podremos ser exitosos?
“Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión”
(Friedrich Hegel)
La frase de este filósofo nos indica que detrás de toda
creación grandiosa existió antes una buena dosis de pasión. Entonces surge la
duda: ¿y si no tengo pasión hacia algo? ¿No puedo ser bueno en nada?
En primer lugar sí. Sí puedes ser bueno, buenísimo, en
muchas cosas. Eso se llama talento, todos tenemos diferentes talentos y
habilidades innatas, los cuales no deben confundirse con la pasión.
La pasión es la que lleva el talento al siguiente nivel, aun
cuando tus habilidades no sean muy altas, si te apasionas, con esfuerzo y
perseverancia serás mejor que una persona naturalmente talentosa que jamás se
apasionó.
Cuando una persona siente una real pasión hacia algo y
trabaja sin parar por eso que desea, es cuestión de tiempo, no de suerte, que
consiga su objetivo.
¿No sientes pasión hacia algo? Tranquilidad, es algo que se
puede adquirir. Tal vez no te has tomado el suficiente tiempo de conocerte a ti
mismo, de probar nuevas cosas, de conocer, viajar, leer.
Muchas veces uno empieza a hacer una actividad que no le
gusta y con el tiempo le va tomando cada vez más agrado y encuentra en ello una
pasión, en otras palabras, la pasión puede encontrarse en el camino.
A veces estamos muy acostumbrados a vivir solo para cumplir
las exigencias que nos dicta la sociedad. Nos exigimos tener un trabajo con
ciertas características, un estilo de vida determinado, casarse, tener hijos
bien educados y obedientes, entre otras.
Todo eso no está mal, sin embargo, sin darnos cuenta podemos
colocarnos exigencias innecesarias que causan estrés, tensión, ansiedad, eso no
nos permite disfrutar la vida, no nos permite apasionarnos.
Eres tú el que decide qué hacer y qué caminos tomar en tu
vida, muchas veces en medio de esas decisiones aparecerá un villano llamado
miedo, el cual podemos decidir si queremos vivir junto a él o enfrentarlo.
Vencer el miedo significa romper una de las más grandes
barreras en el camino hacia la felicidad. Y aunque está el riesgo de que fracasemos
al intentar vencerlo, recuerda que el fracaso es necesario para el éxito.
El consejo es que empieces a explorarte y avivar pasiones
que quizás no sabes que están ahí. Se vive mejor cuando uno se deja llevar menos
por las obligaciones y más por aquello que le apasiona.
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