¿Cuantas veces te has prometido a ti mismo ser una mejor persona?
¿O tal vez ser un mejor líder, una persona que pueda influir más en su vida
personal, en su negocio, en su trabajo, en su familia?
Sé mejor de lo que esperas ser,
más de lo que los demás esperan de parte tuya, lo más importante de tu mundo
empieza contigo mismo. Muchas personas trabajan más en su empleo, que en ellos
mismos, y ahí comienza la falta de progreso. Tú puedes empezar cambiando eso,
inspeccionando tus habilidades, tu integridad y tu carácter.
Si quieres atraer personas de
calidad, debes convertirte en una persona de calidad. Para poder liderar otras
personas, debes empezar aprendiendo a liderarte a ti mismo. Desarrolla la
habilidad de liderazgo, de poder influir en las demás personas.
El liderazgo es ser algo más que
ser un mediocre.
Trabaja tanto en tu parte interna
como externa, recuerda que la primera impresión dura para siempre, y debes
saber que lo primero que ve la gente es la apariencia, con el tiempo te va
conociendo y ve tu parte interna. Trabaja tu parte interna para Dios, y tu
parte externa para la gente.
Comienza siendo una persona sabia,
no hay sustituto para la inteligencia.
Sé fuerte, sin ser grosero. Ser
fuerte puede ser de varias maneras, en vitalidad, en energía, en carácter, etc.
Todo tipo de fuerza es bienvenida siempre.
Sé bondadoso, sin caer en la
debilidad. Debes tener la bondad de poner todas las cartas sobre la mesa. También
de ser lo suficientemente bondadoso para darte tu lugar.
Sé arriesgado, sin abusar. Un líder
siempre va al frente, está dispuesto a recibir todos los problemas, a recibir
primero los rechazos, a ser valiente.
Sé modesto, sin ser tímido. La
timidez es una enfermedad, la modestia es una virtud. El vivir en lo alto no está
hecho para las personas tímidas.
Sé orgulloso, sin ser arrogante.
Tu debes estar orgulloso siempre de tus acciones, de tus logros. No hay peor
arrogancia que la que es por ignorancia.
Acepta la realidad, la vida es
así, singular.
Hay cosas que no hace falta que
sepas cómo funcionan, simplemente pasan. Hay personas que se dedican a estudiar
las raíces, y otras que simplemente recogen la cosecha.
Compensa en números lo que hace
falta en técnica. Mídase, lleve una cuenta de lo que quieras mejorar. Dé la
milla extra, haga lo que las otras personas no están dispuestas a hacer.
Y por último, se ambicioso, no hay
nada de malo con serlo, solamente si tú lo eres y no trabajas por ello. Las
ideas sin trabajo nacen muertas.
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